Los 7 errores más comunes a la hora de guardar los vinos en casa
El vino es un elemento vivo y en constante evolución que precisa de unas condiciones ambientales correctas para su conservación óptima.
La primera lección que debemos aprender es que el frío excesivo, así como los cambios bruscos de temperatura, son enemigos de los vinos; de todos. Tanto a tintos, blancos como rosados los 4ºC secos de la nevera les sientan como una pedrada y eliminan buena parte de sus virtudes. Es cierto que tomamos los blancos y los rosados muy muy fríos, sobre todo en verano, pero debemos ser conscientes de que entonces no disfrutamos del vino en su plenitud, sobre todo si tiene un cierto envejecimiento.
Así que por norma ningún vino irá a la nevera si lo podemos evitar, ya que el cambio brusco desde la temperatura ambiente al frío seco de la nevera le hará perder muchos matices y creará precipitaciones de compuestos. Ahora bien, la excepción dependerá del precio y calidad del vino, así como del tipo.
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